Reseña de Dune 2021, o la piedra angular de la seudo ciencia ficción

Crítica cinéfila

Género: Culebrón premium,

Palabras Clave: Intrigas palaciegas tediosas, Aristonazismo, Terror sicológico, Falsi-fantasia, Seudo ciencia ficción, Folletin, Ausencia de originalidad, Vulgaridad prototípica, Buenosymalos, Piedra angular … , etc.

Año: 2021

Director: Denis Villeneuve.

Guión: Denis Villeneuve, Eric Roth y Jon Spaihts.

Teníamos un título alternativo, reseña de Dune o como descubrir Imperios en un calcetín, pero no en cualquier calcetín sino en uno muy peculiar muy maloliente oculto por la misma película, el Planeta Arrakis. La película es lenta, intrigante y con un estilo narrativo insostenible, traumatizan algunas de sus escenas que parecen brotar de una sicología de terror. Particularmente nos llamó la atención en el Metaverso.net el joven aspirante a Duque, por sus serios desequilibrios mentales, autismo en estado avanzado y crudo narcisismo. Pero a medida que avanzó la película comprendimos que era el resultado de los inequívocos oficios de su madre, ¿y quién era su madre?

Su madre es el mayor misterio, con permiso de la seudonovia de su hijo, en toda la película. Ella, una bruja, de alta jerarquía, fanática de la eugenesia, elegante, sobria, estilizada nos asombró con su monótona atemporalidad, un continuo rostro inmutable que no cambiaba ni en un helicóptero ardiendo ni en una charla entre enemigos, al final acabamos vigilándola con desesperación para ver si mostraba algún indicio de leve humanidad, pero no, no sonrió en todo el filme, igual que, hay que reconocerlo su hijo, y ese martirio que ha sido la seudonovia, aunque ella les superaba a los dos en insípida impasibilidad. La mencionada seudonovia del aspirante a duque, el mayor ejemplo de terror sicológico de Dune, la piedra angular de, supuestamente, la ciencia ficción, nos creó malestar e incomodidad desde la primera escena porque a la vez que se autoreferenciaba como oprimida, algo no cuadraba, lo que se aclaró cuando apareció como la princesa de los caníbales bandidos. La película siguió todo el rato por esos derroteros.

Destacaremos la escena del desayuno, digna de ser mencionada en los anales de la psiquiatría, que nos hacen sospechar que toda la película no es más que un experimento sicológico avanzado. Sobre los cuentos del Elegido que proferían sobre el duque, a la sazón unos delirios mesiánicos que padecía el joven entre absurdas visiones, sueños sicóticos y actitudes desquiciadas, había una atmósfera de irrealidad y estupidez puesta en el relato como para ser compartida por el público, cuando en realidad esos cuentos merecen el mayor de los reproches por poner en peligro la cordura del público.

Pongamos un ejemplo del calibre de sus desvaríos. Miren ustedes, el jovencito aspirante está en la mesa desayunando con su madre. La vallija esta impoluta y consiste en una vidriería lujosa, no hay comida por ningún sitio, sensación de vació, limpieza absurda, tiempo detenido, sobre la mesa solo un vaso de agua, el desayuno es un traguito de agua y un dialogo de locos con la madre, en la que esta le ordena al chico que él le de una orden, da igual cual. Pues bien, él le ordena que le sirva el inexistente desayuno en forma de vaso de agua. Esta situación unida a la imagen que nos vino a la mente de un trastorno compulsivo, de platos vacíos que son limpiados cada día, como un Sísifo de los friegraplatos, pero sin roca alguna que subir, horror lamentable, una estupidez ensalzada hasta la locura. Estos son nuestros héroes.

Peor todavía. Resulta que los bandidos caníbales son los héroes épicos de la peli, supuestamente imitables modelos de conducta: escupen en la mesa, trafican con drogas, asesinan a los obreros honrados que sostienen la energía de la civilización galáctica, y podríamos seguir varios párrafos más hablando de sus fechorías. Inmediatamente que nuestro héroes conocen a estos bandidos caníbales de Arrakis, quedan prendados de ellos, admirando sus costumbres presuntamente tradicionales, la simpatía es mutua, todo es falso, probablemente ni siquiera son de Arrakis.

Sin embargo, después de ver este panorama, hemos llegado a oir que esta película es de las mejores que ha habido de ciencia ficción y nunca pensamos que el género iba a caer tan bajo… solo hay un problema, y es que la peli no demuestra nada que se pueda relacionar con la ciencia ficción, las naves espaciales podrían ser carros de bueyes, y no cambiaría absolutamente nada, y nada más, solo un folletín de intrigas palaciegas serie Z subgénero aristonazis. No llegan a política, son luchas por tronos, vanidad, narcisismo, engreimiento, engolación y arrogancia tamaño Dune.

¿Qué es esto de los aristonazis en Dune? Los personajes parecen creerse por encima del universo con la escusa de un falso derecho natural, en realidad debajo de tanta ambientación templaria, pomposidad de asnos solemnes, estilismo aristocrático espirituoso que nada tiene que ver con la aristocracia real, que es aristocracia porque son seres reales y no figurones vanidosos con graves trastornos sicológicos y flagrantes desequilibrios megalomanos. ¿De dónde sale esta fisión endiosada hasta nazi de esta aristocracia estelar de a céntimo de euro? Ustedes ya tendrán una idea de ello.

¿Recomendamos nosotros ver Dune? Por supuesto que no.

Equipo de crítica cinéfila

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